martes, 7 de mayo de 2019

Arquitectura de un Control Digital

    Los controladores lógicos programables (PLC, por sus siglas en inglés: Programmable Logic Controller) se han convertido en el pilar fundamental de la automatización industrial moderna. Desde su aparición en la década de 1960, han permitido que fábricas, plantas de energía, sistemas de transporte y líneas de producción funcionen de manera más eficiente, segura y confiable. La arquitectura de un PLC constituye la base sobre la cual se asienta su capacidad de controlar procesos complejos en tiempo real.

    El estudio de esta arquitectura es esencial para comprender cómo un PLC procesa la información, interactúa con el entorno y garantiza la ejecución precisa de las órdenes. Cada uno de sus componentes —desde la CPU hasta las interfaces de comunicación— desempeña un papel específico y vital.

    Vamos a abordar con profundidad la estructura de un PLC, sus partes fundamentales, el rol de cada una en la cadena de control, así como ejemplos prácticos que ayudan a comprender su importancia en los distintos ámbitos industriales.

1. Unidad Central de Procesamiento (CPU): El cerebro del PLC

    La CPU es la parte más importante de la arquitectura de un PLC, ya que concentra las funciones de procesamiento, control y toma de decisiones.

1.1 Funciones principales de la CPU

  • Interpretación del programa del usuario: la CPU lee las instrucciones escritas en el lenguaje de programación del PLC (como Ladder, bloques funcionales o texto estructurado) y las ejecuta en un orden establecido.

  • Supervisión de entradas y salidas: recopila las señales recibidas de los módulos de entrada y genera las salidas necesarias para controlar los actuadores.

  • Gestión de comunicación: se encarga de mantener el flujo de datos entre el PLC y otros sistemas conectados.

  • Diagnóstico y Supervisión de fallas: detecta errores en el programa, sobrecargas, fallas de comunicación o problemas en los módulos.

1.2 Componentes internos de la CPU

  • Unidad aritmético-lógica (ALU): realiza operaciones matemáticas y lógicas.

  • Unidad de control: coordina el flujo de instrucciones y datos.

  • Reloj interno: marca el tiempo de los ciclos de escaneo y sincroniza las operaciones.

1.3 Ciclo de escaneo de la CPU

    La CPU ejecuta su trabajo en un ciclo repetitivo conocido como ciclo de escaneo, que incluye:

  1. Leer entradas.

  2. Ejecutar el programa.

  3. Actualizar salidas.

  4. Autodiagnóstico y mantenimiento de comunicación.

    Este ciclo se repite constantemente en milisegundos, lo que garantiza que el PLC pueda reaccionar casi en tiempo real.

2. Memoria: El almacén de instrucciones y datos

    El segundo componente clave de un PLC es su memoria, donde se guarda todo lo que el controlador necesita para funcionar.

2.1 Tipos de memoria en un PLC

  • Memoria de programa: almacena las instrucciones del usuario. Puede ser EEPROM, RAM o Flash.

  • Memoria de datos: guarda los valores variables usados en la ejecución del programa, como temporizadores, contadores, marcas internas o registros intermedios.

  • Memoria de sistema: reservada para funciones internas del fabricante (Firmware), contiene rutinas de diagnóstico y control.

2.2 Organización de la memoria

    La memoria se organiza en bloques lógicos que permiten dividir las funciones del PLC. Algunos sistemas dividen la memoria en:

  • LAD (Ladder Diagram): bloques reutilizables para funciones específicas.

  • DB (Data Blocks): almacenamiento de variables.

2.3 Ejemplo práctico

    En un sistema de control de temperatura industrial, la memoria de programa puede contener las instrucciones de lectura de sensores, comparación de valores y activación de ventiladores. La memoria de datos, en cambio, guarda la temperatura actual y los valores de consigna establecidos por el usuario.

3. Módulos de Entrada: Los sentidos del PLC


 3.1 Función de los módulos de entrada

    Su función es adaptar las señales externas para que puedan ser procesadas por la CPU. Incluyen circuitos de filtrado y conversión analógica-digital.

3.2 Ejemplo práctico

    En una planta de embotellado, los sensores que detectan la posición de una botella en la cinta transportadora envían su señal a los módulos de entrada del PLC, permitiendo que este decida si accionar o no una válvula dosificadora.

4. Módulos de Salida: Las manos del PLC


 4.1 Función de los módulos de salida

     Si los módulos de entrada son los sentidos, los de salida son las manos del sistema, ya que permiten actuar sobre el entorno.

4.2 Ejemplo práctico

    En el mismo sistema de embotellado, el PLC activa motores para mover la cinta transportadora o una alarma en caso de bloqueo, utilizando las señales de salida.

5. Fuente de Alimentación: La energía vital del sistema

5.1 Función principal

    La fuente de alimentación convierte la energía de la red eléctrica (AC) en voltajes adecuados y estables para alimentar la CPU, los módulos y los dispositivos asociados.

5.2 Características

  • Protecciones contra sobrecargas.

  • Tensión estable para garantizar la confiabilidad del PLC.

  • Compatibilidad con sistemas redundantes en aplicaciones críticas.

5.3 Importancia

    Sin una fuente de alimentación estable, el PLC no podría mantener su funcionamiento, lo que podría detener una planta completa.

6. Interfaces de Comunicación: La voz del PLC

    En la era de la Industria 4.0, la capacidad de un PLC para comunicarse con otros sistemas es esencial.

6.1 Tipos de interfaces

  • Ethernet/IP: común en redes industriales modernas.

  • Modbus: protocolo abierto y ampliamente adoptado.

  • CANbus: frecuente en la industria automotriz.

6.2 Funciones

  • Conectar el PLC con sistemas SCADA y HMI.

  • Intercambiar datos entre varios PLC.

  • Conectar con servidores para análisis de datos en la nube.

6.3 Ejemplo práctico

    Un PLC puede enviar en tiempo real datos de producción a un sistema SCADA central, permitiendo que un operador supervise el estado de la planta desde una sala de control o incluso de forma remota.

7. Integración de los Componentes: Cómo trabaja un PLC

    Todos los elementos de la arquitectura de un PLC trabajan de manera coordinada:

  1. Los módulos de entrada detectan condiciones físicas.

  2. La CPU procesa esta información según el programa del usuario.

  3. Los módulos de salida ejecutan las acciones requeridas.

  4. La memoria guarda datos e instrucciones para futuras operaciones.

  5. La fuente de alimentación mantiene el sistema activo.

  6. Las interfaces de comunicación permiten interactuar con sistemas externos.

8. Ventajas de la Arquitectura de un PLC

  • Modularidad: se pueden agregar o quitar módulos según las necesidades.

  • Flexibilidad: un solo PLC puede controlar procesos muy distintos.

  • Confiabilidad: diseñados para resistir ambientes hostiles.

  • Mantenimiento sencillo: diagnóstico y sustitución de módulos defectuosos.

9. Ejemplos de Aplicación de un PLC

  • Industria automotriz: control de robots de ensamblaje.

  • Procesamiento de alimentos: regulación de hornos, mezcladoras y empaquetadoras.

  • Energía: supervisión de turbinas eólicas o sistemas de distribución eléctrica.

  • Transporte: gestión de semáforos y sistemas ferroviarios.

    Como podemos ver, la arquitectura de un PLC refleja un equilibrio entre hardware robusto y software flexible. Cada componente cumple una función esencial dentro del sistema, y su integración permite que estos dispositivos sean el pilar de la automatización industrial moderna. Desde la CPU que procesa instrucciones, hasta las interfaces de comunicación que los conectan con redes globales, los PLC son el ejemplo perfecto de cómo la ingeniería puede transformar la producción y el control de procesos.

    En un mundo en constante evolución hacia la automatización inteligente, conocer la arquitectura de un PLC no sólo es esencial para ingenieros y técnicos, sino también para cualquier persona interesada en comprender cómo se construye la base tecnológica de la industria contemporánea.

No hay comentarios:

Publicar un comentario